Seguridad
y
medioambiente
Proceso cerrado y sin emisiones
Funcionamiento seguro
sin impacto en el entorno
Toda la planta opera en un sistema de circuito cerrado, lo que significa que los residuos se procesan sin ningún contacto con el exterior, evitando cualquier riesgo de filtración o contaminación. No se generan vertidos al suelo ni a los acuíferos, y todo el proceso está diseñado para mantener un entorno completamente controlado.
Los gases producidos durante el tratamiento son capturados y sometidos a un sistema avanzado de filtrado y depuración mediante biofiltros de última generación, eliminando prácticamente cualquier emisión al aire. De este modo, se garantiza que la planta funcione sin olores, sin emisiones contaminantes y sin impacto para la calidad del aire o la salud de los vecinos.
Tecnología y control ambiental
Tecnología avanzada bajo supervisión constante
La planta de tratamiento de Biorresiduos de Colmenar Viejo es una instalación de última generación diseñada para transformar residuos orgánicos en energía renovable. A través de un proceso controlado y seguro, convierte los restos de comida y residuos biodegradables generados por hogares, comercios y empresas en biometano, un gas renovable similar al gas natural, y en digerido, un subproducto útil para el sector agrícola.
Su funcionamiento se basa en principios de sostenibilidad, eficiencia energética y respeto al entorno. Todo el proceso se desarrolla en un entorno cerrado, sin olores, emisiones contaminantes ni vertidos, garantizando la máxima seguridad para las personas y el medioambiente.
LA PLANTA
Respeto al entorno
y calidad de vida
Ubicada a una distancia segura de las zonas residenciales y fuera del casco urbano, la Planta de Tratamiento de Biorresiduos de Colmenar Viejo ha sido diseñada cuidadosamente para integrarse en su entorno sin alterar la vida diaria del municipio. La elección del emplazamiento responde a criterios técnicos, medioambientales y urbanísticos, garantizando la compatibilidad con el entorno y la seguridad para los vecinos.
El diseño de las rutas de acceso asegura que el tránsito de vehículos pesados no afecte al casco urbano ni a zonas sensibles. Además, la planta opera en espacios cerrados y con sistemas avanzados de filtrado, lo que evita la emisión de olores o ruidos molestos.
No se generan riesgos para la salud, ni impacto visual o ambiental significativo. Todo ha sido concebido para que la planta conviva de forma respetuosa con Colmenar Viejo, aportando soluciones sostenibles sin generar molestias a quienes viven en su entorno.
